![]() |
El Museo Maxxi, ícono de la nueva Roma (foto cortesía DT lux.com) |
En cuanto a la difusión clásica de las obras de arte por parte de los museos, estos han tenido que diversificarse para entrar a la era de la globalización. “En lo referente al Museo, figura hegemónica de la Modernidad, que se creó como un espacio donde se acumulaban los tesoros de guerra –por ejemplo el Musée du Louvre que atesoró piezas importantes de las conquistas napoleónicas-, convirtiéndose así en guardianes de la memoria colectiva, ha sufrido varias transformaciones desde entonces. En la era de lo global, donde el museo de ve atravesado por múltiples intereses sobre todo de orden económico, las relaciones con su entorno tienden a volverse cada vez más hostiles. Tal hostilidad, en un momento dado, llegó a generar la idea de la desaparición “del cubo blanco”. Se cuestionó su utilidad y su función pública: las prácticas artísticas de la postmodernidad, parecían prescindir de este sagrado espacio. “El arte ha salido a la calle” se convirtió en el slogan predilecto de los artistas de esta época. Esta idea hizo su camino en nuestro contexto”. (Arcos-Palma, 2009, párr.3)
Arcos-Palma entiende a los museos desde aquellos espacios que de cierta forma han sido los lugares donde se recopilaban las obras de arte para convertirse en parte de la memoria colectiva de los pueblos. Al referirse al cubo blanco trata de explicar el espacio de neutralidad, sin ausencia de ruido en el cual las obras de arte han sido expuestas para una mejor apreciación de las mismas, y en un sentido explica porque cada vez más están desapareciendo estos. Por un lado, el entorno lúdico que pueden ofrecer determinadas ciudades hace que ciertos espacios geográficos propicios para la exposición de obras de arte estén en más contacto con el público. La globalización también ha hecho que en la red se creen espacios en donde el público pueda entrar virtualmente a las salas de arte donde se exhiben dichas obras. De alguna manera las posiciones sacras frente a los museos se han relajado con el tema de la globalización.
Al hablar de una cultura en mosaico, los espacios sagrados de apreciación artística tendieron a abolirse para dar paso a otro tipo de espacios que se observan en las grandes ciudades. Ciertas metrópolis se convierten de alguna forma en ciudades museo, no solo por las estrategias publicitarias y los monumentos y demás obras de arte que se pueden exponer, sino además por las grandes construcciones arquitectónicas y las mismas exposiciones de artistas casuales que presentan sus obras en la calle. Bajo estos parámetros, la concepción del museo como una construcción clásica ha perdido vigencia en la modernidad. La postmodernidad creará nuevas relaciones del público con la obra de arte por ende los museos también deberán buscar nuevos espacios que lleven a comprender las obras de arte desde nuevas perspectivas que llamen la atención de los espectadores y provoquen un público ávido de consumo cultural.
En este sentido existen muchas iniciativas que de alguna manera u otra han roto con los esquemas de “lo tradicional” para abrirse paso con nuevas ofertas de arte a sus públicos. Como observa Arcos-Palma, “el arte ha salido a la calle” es una propuesta que viene incluyéndose desde hace mucho tiempo en varias de las propuestas artísticas de distintas ciudades metrópoli a través del mundo. La variedad de propuestas culturales que se pueden observar en ciudades grandes como Madrid, Barcelona, Nueva York o Buenos Aires han roto los parámetros de la tradición para abrir nuevos frentes dentro de lo que en la actualidad se considera como el arte de la calle. Existe arte urbano como el de Bansky, gran artista del “Street urbano” de Londres, estatuas de artistas famosos como las de Botero alrededor del globo o simplemente obras arquitectónicas de gran envergadura como las de Gaudi y Calatrava en España.
Por otra parte los museos en la actualidad se han convertido además en agentes de cultura, que no únicamente están o existen como “guardianes de la memoria colectiva” o esas instituciones clásicas que sirven solo para enseñar objetos y presentar obras, sino que además se han convertido en verdaderos agentes de cultura que impulsan proyectos o propuestas a nivel micro y macro. La tarea de los museos ha cambiado en la actualidad y presenta otros esquemas de tipo sólido y viable para estar más al tanto de los temas de la globalización. “Today museums and comparable art institutions, like e.g. the ICA in London, belong to that group of agents in a society who have a sizable, although no an exclusive, share, in this cultural power on the level of so called high-art”. (Harrison, Wood, 1993, p.904)
No hay comentarios:
Publicar un comentario