Entrevistas

“En el arte quizás siempre existe la forma de preconcebir una imagen a través de otra”

Eduardo Valenzuela, docente de comunicación social, fotoperiodista y fotógrafo para diseño gráfico.

Eduardo explicó que las nuevas tecnologías han abierto muchas probabilidades de intervenir en el arte. Así existe una visión muy crítica y las ponencias de arte también entran en crisis, pues el consumo ya no es el mismo que el que se hace en una galería. El hecho de que haya nuevas tecnologías hace que exista un consumo más masivo y hace que se dé una categorización más rigurosa de lo que significa el arte. En este sentido las nuevas tecnologías, así como brindan una posibilidad de que se exhiba el arte en galerías visuales, por otro lado también tienen el riesgo de que sean cosas tipo chatarra las que se consumen.

El arte siempre va a estar dispuesto a una especie de titularidad desde lo académico, eso es lo que fija el sentido de arte; es decir, el hecho de que una elite academicista lo conciba como tal. El gozo estético por parte de un público que no necesariamente conozca de arte, está en otra categoría, señaló. Además este gozo estético que puede tener cualquier persona aunque no conozca sobre la historia del arte permite que esos temas tengan alcance público.

Por otro lado indicó que la idea clásica del museo está derrumbándose, aunque existan ahora museos visuales en los que sí existe un grupo de curadores o conceptos de curaduría en los que si se retoman las ideas clásicas. Además explicó que en su profesión reproducir fotografías por medio del internet permite a un artista posicionar su trabajo, pero también hay que saber dónde se exponen los trabajos. “Así como existen galerías o foros que no necesariamente tienen una rigurosidad de curaduría, existen otras que permiten esa calidad de criterio para fijar ciertos productos como arte”, aseguró.

En este sentido aclaró que entre una foto artística y una foto periodística hay una línea muy delgada. El fotoperiodismo a partir de los años 50 empieza a tener una visión para el documentalismo y este también empieza a experimentar en formas artísticas como la exposición gráfica. De esta forma el concepto de fotografía como objeto empieza a ser dudoso. El poner las fotos en la red es una ventaja para los artistas comunes y corrientes, como también es una ventaja poder distribuir la creatividad, no obstante esto no categoriza a esas obras como útiles académicamente.

Por otro lado explicó que lo local visualiza el objeto artístico dentro de la galería, o cuando se visita un museo o cuando se visita la localidad a retratar, entendida desde lo geográfico. Pero en cambio, en lo global, cuando se participa en la red o en el ciberespacio obviamente el artista da un paso adelante y entra a un nivel de consumo masivo que es un poco fantasma porque realmente no es él quien va a observar el producto que se cuelga allí. Hay que recordar que en una pantalla la obra de arte puede ser vista por un sin número de personas que no se conocen. Además cuando una persona hace una creación siempre debe tener una firma y un lenguaje tanto técnico como conceptual. Es importante que como creador se sea riguroso para que el estilo que se marca sea observado por el público de la forma adecuada.

En cuanto al tema de las copias y los derechos de autor explicó: “Yo hice una fotografía para una comunidad. Después de 5 o 6 años regrese a esa comunidad vi una de esas fotografías reproducida en un cuadro. Sentí, en ese caso que no existió ningún robo de autoría, porque realmente se está transformando a otro lenguaje, al lenguaje de la pintura. A mí esto me pareció muy interesante. En el internet habría que analizar el hecho de cómo se llega a producir la imagen. Así muchas veces los pintores y los fotógrafos reproducen obras que no necesariamente son auténticas, tal vez siempre hay una forma de preconcebir la imagen a través de otra imagen. En este sentido pienso que se sigue reinventando, a través del lenguaje de las imágenes. Este lenguaje añade una posibilidad también, que más que imitar lo que se hace es crear. En el ejemplo del que hable, fue un cambio del lenguaje fotográfico a un lenguaje pictórico, lo cual me parece valido”.

Así se debe entender que una imagen puede decir más de mil palabras o, por contrario, puede decir nada, por eso es importante contextualizar cada obra que se crea. Es decir, se necesita contextualizar al público consumidor cada una de las obras para que no pierdan sus auras. Finalmente apuntó que el Ecuador debe atravesar un proceso educativo y buscar fuentes para poder tener una conciencia académica de lo que se está haciendo en este sentido porque no se pueden abandonar los rasgos occidentales de comunicación. “Pienso que debe haber un sentido de responsabilidad y conciencia en lo que las personas suben a la red para su consumo”, señaló.


“En la red no se maneja una identidad propia, la identidad se vuelve híbrida como el arte y la cultura”
Miguel Muñoz, profesor y teórico de multimedia


El arte dejó de ser ese espacio denominado arte. Cuando se trabajaba la idea de arte era cuando una persona ponía sus productos en una galería. En ese punto era cuando la obra se consideraba arte. Con las nuevas tecnologías y sobre todo con la red, cambia el sentido total de la palabra arte. Por un lado se toma el nombre de ciberarte y por otro lado desde la mirada de un crítico, en la red todo el trabajo se funde. La obra llega a ser un mosaico en el cual ya nadie puede catalogar a la misma como buena o mala, simplemente está allí y toma otro significado.

Miguel, desde esa mirada ¿no se pierde el aura de la obra?

Desde el punto de vista del crítico, sí porque se pierde la idea del trabajo bien logrado. Pero esto lleva a repensar el concepto del arte. ¿Quién, en este sentido podría decir que mi obra puesta en el internet es buena o mala?


¿Qué tiene que ver lo local y lo global en esta perspectiva?
Mucho, porque la obra deja de pensar en lo local y pasa a ser global. Es decir, ya no se enmarca en un solo espacio, como podría ser la ciudad, el museo o la galería. La obra ya no está enmarcada dentro de estos espacios, está enmarcada en un espacio virtual donde la globalidad es la que enmarca la obra.


¿Cómo crear productos de arte competitivos en el mercado global?

La obra que se expone en el Internet tiene más libertad para la difusión de obras de arte, no obstante las mismas obra que se exponen allí ya tienen un componente digital. La gente que quiere consumir arte simplemente ve las obras en la red y ve las creadas con tecnología del Internet. La gente verá estas y pedirá una impresión de las mismas o una litografía de ellas. Por ejemplo aquellas que son pintadas sobre un lienzo digital, hacer música con un entorno definido y digitalizado. Sinceramente el entorno de trabajo cambia completamente. El arte en cierta forma se vuelve más colaborativo.


De alguna manera los productos artísticos manejan una identidad. Al subir esta identidad a la red ¿se pierde?
En la web nosotros ya no manejamos una identidad propia, manejamos una identidad híbrida o culturas híbridas. Pero desde mi punto de vista no se crean nuevas identidades. Se generan una especie de tribus. Igual que en la ciudad que tienes tribus urbanas, en la web también. Estas tribus consumen un tipo de arte determinado. Más que identidades en este sentido lo que se aporte es un grano más a este proceso de hibridación de las culturas.




Siempre hemos estado divididos por el entorno de las fronteras geopolíticas. Con esta nueva visión de las relaciones por el internet ¿no se tiende más a crear identidades asociadas más a determinado tipo de afinidades?
Desde ese punto de vista sí. La web permite esto, tienes tanta información en un espacio tan discreto que puedes de alguna manera ir descartando identidades hasta quedarte con la más afín. Por ejemplo yo soy comunicador, me interesarán personas afines a mi profesión y por ello buscaré personas que estén en ese espacio. Pero desde otro punto se crea más la idea de globalidad. En la red eres un sujeto que deja la información que él quiere, no la nacional, y así inclusive puede ser tan solo conocido por un nickname y un password. Con esto dejas el sentido de lo local y pasas a ser global. Esto no es perjudicial para nada, se incorporan a tus espacios nuevas formas de cultura, de identidad, de información y así se recopilan esos giros culturales que una persona necesita para ir a lo global. La cultura ya está hibrida, es lo que decía Silva. La cultura propia de un entorno ya no existe, siempre hemos estado en constante hibridación, por ejemplo, te vas un fin de semana a Otavalo. ¿Cuánta gente de la que vive allá ya no está con su traje típico? Eso nunca fue propio, siempre fue una mezcla, esa misma sociedad que se encargó de crear esa cultura, la sociedad globalizada se hizo cargo de destruirla.

¿Esto afecta a nuestras formas de pensar?
Claro, eso es lo interesante, ya te encuentras en un proceso de hibridación, existe una carga tan larga de factores que te hacen repensar tu forma de pensar. Empiezan a existir otros matices, por ejemplo, si ves un cuadro de Endara, si lo viste hace 20 o 30 años, lo viste desde una perspectiva muy de ciudad, pero si lo ves ahora esta escena puede estar sucediendo en las mismas montañas de Quito como en Zimbaue como en cualquier parte del mundo, es decir que pasamos a ser universales desde lo local, es decir, globales desde lo local y eso es precisamente lo interesante del arte, porque empiezan a parecer nuevas formas de hacer arte, el arte se vuelve colaborativo.


¿En esta nueva globalidad en qué posición ves tú los derechos de autor
Existía un autor que no recuerdo el nombre que decía que el internet tiene 4 características. La primera que es completamente democrático, luego que es manipulable, desde ese punto es cuantificable y es además estratificable. ¿Qué significa eso? Significa que de cierta forma toda la información que está en la red es pública y es democrática. Yo puedo poner mi información y puedo recibir la información de alguien. Entonces en el ciberarte el trabajo es netamente colaborativo, puedo dejar la base de una ilustración y alguien puede venir y completarla de colores y alguien más puede ir añadiendo detalles hasta que al final se logra un gran mosaico. Una gran pintura que en algún momento se puede terminar o no, y así cada uno de los que participaron son los autores. Es decir, alguien puso la base pero otro más la terminó. Esto no quiere decir que el cuadro sea de un único autor, sino que participaron 25 a 30 personas en él y por tanto la red se vuelve global. Es así que la red se vuelve democrática y cada uno aporta con sus ideas.


Finalmente ¿qué papel juega el periodismo y la comunicación en este tipo de mundo?, ¿crees que pueda llegar a ser una forma de arte a partir de su difusión por la red?
Es una buena pregunta, ahí viene la segunda parte del problema, no tenemos la capacidad de definir que es arte y que no es arte, cada cual aporta con su criterio. Creo firmemente en esto, para mí determinadas cosas pueden ser arte, como para el de a lado puede ser un trozo más de pintura. También para mí puede ser una fotografía espectacular como para otra persona no lo es, entonces ahí viene la discusión de si es que esa valoración es personal o universal. En el internet cada cual le da su propio matiz y si importancia. Por ejemplo, existió un caso en música en el que un grupo que trabajo en la red ganó un Grammy, alguien subió una base musical, alguien le puso una guitarra, otro le puso una voz y en total fueron 25 personas que grabaron esta composición. La pregunta para los jueces fue: ¿a quién le damos el Grammy? La decisión fue dárselos a todos, es decir, todos fueron los autores y compositores de esa canción.

De esta forma se ve como de alguna manera la idea del arte se quiebra. El internet es parte de una política de consumo, por tanto la idea de consumismo no se acerca tanto a la idea de los medios de comunicación. El internet lo que hace es una propaganda viral de boca a boca. En el caso de una manifestación, mucha gente pone los rumores sobre lo que sucedió y luego se recopilan estos datos en la red. Pero, ¿de quién es esta información? ¿quién es el autor? ¿Una sola persona o un medio? La misma pregunta se puede hacer en cuanto al arte; ¿es individual o se convierte en una estrategia colectiva?

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